28/2/09

Caminamos juntas


Parsimonia me ha dado este regalito: un premio por caminar, de algún modo, junto a ella. Cierto que es un placer pasear por su blog, sorprende con un derroche de historias y relatos fascinantes.

Yo lo tengo que repartir con otras 5 chicas que a su vez, y siempre que les apetezca, tendrán que:
- Premiar a cinco blogueras.
- Avisarles en sus blogs para que pasen a recoger el premio.
- Hacer mención al premio enlazando a la persona que lo ha concedido.
Pues bien, mis cinco mujeres son:

  1. Gracia: Porque junto a ella he caminado toda la vida.
  2. La estatua del jardín botánico: Porque es maravillosa, comprobadlo.
  3. Klimtbalan: Porque es pura sensibilidad y tiene un baúl de Ilustraciones que es un tesoro.
  4. Lamoni: Tenemos algunas cosas en común, pero sobre todo porque es tan tierna!
  5. Sibyla: Porque colecciona personas. Con ella siempre se aprende.

Gracias a todas.

18/2/09

Un lugar


Puede ser que encuentres un buen lugar para sentarte, busca entre las sombras de aquel jardín.

Y con el libro en su mochila se fue a sentar a la sombra más mullida que encontró. Quería leer durante dos horas; ese era su plan para ese día.

No avanzó ni una sola página porque de pronto se le ocurrió que podría pasar dos horas pensando en la felicidad, que era lo más parecido a pasar dos horas sintiendo felicidad.
Y pensó.

Se levantó a las dos horas y volvió a casa. Decidió que aquel sitio sería en adelante su favorito, no para volver, puesto que de allí se había traído la felicidad, sino para contar.

Ilustración: María Elina Méndez (Gracias por ese precioso lugar)

6/2/09

Mensaje para dos hermanos

Te vi llegar contenta con algo en las manos, debía ser especial porque traías una sonrisa de oreja a oreja y tu pelo amarillo brillaba como nunca... sabías que me iba a gustar. Cuando vi el bloc de dibujo no me lo podía creer, ¡eran los dibujos de tu hermano!

Cuando te di el bloc y los lápices de colores para que se los regalaras a él de mi parte, ni siquiera sabía si seguía pintando, o si le haría ilusión... hacía tiempo que no sabía nada de él, pero resultó que sí, que le gustó el regalo y lo mejor de todo, lo usó de la mejor forma posible: pintando animales.  El  carácter tímido y reservado de tu hermano era lo que realmente le hacía especial.
Al mirar sus dibujos, que guardo como un tesoro precioso, me emociono al saber que mientras pinta sus animales los está mirando, sintiendo el aire, el sol, la naturaleza que es su verdadera pasión y que nosotros no supimos comprender. No fue fácil entenderlo porque no sabíamos interpretar los ojos que miran hacia abajo.
Ahora sé que miraba al suelo porque no había horizonte si miraba de frente.
Tú estás a punto de marcharte con tu título y noto que te vuelve a brillar el pelo igual que el primer año que entraste con el bloc de tu hermano. Y yo me muero de la felicidad al verte.
Tu sueño se ha cumplido porque así lo has querido tú; no has encontrado barreras para conseguirlo porque ese valor, por suerte para ti, aquí está bien visto. Dile a tu hermano que su valor es saber mirar los ojos de los animales, pintar unicornios y ver amanecer.



25/1/09

En esencia, libre


Si yo me reencarnara sería...
Una mariposa, dijo ella rápidamente.

No tengo palabras.
Sólo la tranquilidad de saber que mi madre me ve libre.

19/1/09

La caja


Resulta que no tengo ninguna caja que me sirva, ninguna lo suficientemente grande y bonita. Le podría pedir a un amigo su cajita de los sueños, pero le tiene un cariño especial y no quiero robarle años de esperanza azul, así que sigo amontonando desordenadamente por mi casa puñados de ilusiones a la espera de un lugar especial para guardarlos. Como andan libres se relacionan entre ellas creando ilusiones nuevas, y de pronto me encuentro en la cocina la ilusión de un día soleado con el gorro de lana puesto haciendo un puchero de garbanzos como los de mi madre, o descubro debajo de las mantas la mañana del domingo besándose con el día de mi cumpleaños, y tengo que separarlos, porque podrían hacer el amor y tener todos los hijos del mundo el mismo día a la misma hora, lo cual podría ser muy agotador.
Hoy ha ocurrido algo maravilloso: la belleza de los fiordos noruegos estaba mirándose al espejo y por una rendija de la puerta, la nieve de una montaña empinada quería entrar a peinar sus cascadas. Eso ha sido esta misma mañana.
Una de las cosas más divertidas es espiar al reposapiés del sillón de lectura dando brincos delante del lavaplatos, riéndose del fregadero con carcajadas burlonas, o ver una hilera de zapatos y botas de todos los colores zapatear en la alfombra, peleándose las chanclas de playa y las zapatillas de deporte por los tacones más altos. Entre tanto enredo me doy cuenta que hay algo extraño en la estantería de madera... son palabras despistadas que quieren contar un cuento y buscan entre los libros algún personaje que quiera ser su protagonista, roban líneas, versos y princesas, se salpican con acuarela y al final se duermen de puro cansancio, pero llega el aire de la primavera y las esparce, muy suavemente, despacio por toda la casa, para que cuando yo llegue las lea y sueñe.
No me gustan los charcos de las ilusiones que se deshacen, así que cuando veo alguna a punto de entristecer me la llevo a la calle durante largas horas de frío y le cuento que después de un duro día, la mayor ilusión es llegar a casa y acurrucarse en el sofá junto con otra ilusión, le cuento que compartir sus miedos le hará más fuerte.Y ella me hace caso.

Seguiré buscando la mejor caja para todas ellas, la más bonita... y tiene que ser infinita, porque así es la ilusión.

Dedicado a Estatua

8/1/09

En voz baja

¿Por qué hablas así?
Porque me gusta. No hace falta que haya alguien dormido para hablar en voz baja, lo hago por gusto, como quien canta o mira el mar.

Hablar en voz baja es como decir silencios que se pueden escuchar, como deslizar los dedos por las teclas de un piano arrumbado detrás de un escenario.

Los secretos se escriben en voz baja.

Y no hay otro modo de cantar a medio llorar...



BSO "Once", película musical irlandesa dirigida por John Carney.

16/12/08

Visión periférica

Imagina una pelota situada en medio de una gran habitación con las paredes libres, el suelo azul, el techo alto y grandes ventanas. La pelota es amarilla y está situada a unos pasos por delante de ti marcándote un lugar al que ir, un objetivo. Debes ir hacia ella con los ojos cerrados, detenerte cuando creas que estás más o menos a su altura y entonces abrir los ojos, pero para calcular tu viaje debes mirar primero la pelota desde tu posición y concentrarte en ella: su color, su tamaño, su posición exacta, y cuando quieras, lánzate a ella.
¿Has llegado?, ¿Dónde está la pelota?, ¿Cuánto te falta para llegar a ella?, ¿Tu trayecto ha sido el adecuado?
Vuelve a tu posición. Ahora vas a hacer lo mismo, pero antes de emprender el camino tómate todo el tiempo que necesites -un segundo, tal vez diez minutos- sin prisa, piensa en tu cuerpo y respira, mira la pelota sin apartar la vista pero percibe todo lo que la rodea; la pelota está en un espacio amplio, forma parte de un conjunto que eres capaz de apreciar, de ver. Hay distancia entre las paredes y la pelota, entre el suelo y el techo, también estás tú y tu ritmo, tu tiempo, tu manera de caminar, tu posición respecto al espacio. Concéntrate en todo lo que tus ojos son capaces de ver aunque permanezcas atento a la pelota, incluso hay temperatura, ruidos o silencio... todo está ahí para que lo aproveches.
Cuando cierres los ojos sírvete de todas las percepciones que conservas en tu mente, avanza y piensa en el trayecto; ese es ahora el objetivo, no importa tanto que llegues a la pelota porque ella siempre va a estar ahí, igual de redonda, igual de amarilla.
¿Has llegado?, ¿La tienes bajo tus pies?, ¿El suelo es azul?, ¿Está el techo, el aire y estás tú?
Parece ser que atender a todo lo que tus ojos son capaces de ver te ha logrado orientar. Ahora coge la pelota y juega a que es el sol que cae de un cielo azul.

Imagina que tienes un problema en medio de una gran...