25/1/09

En esencia, libre


Si yo me reencarnara sería...
Una mariposa, dijo ella rápidamente.

No tengo palabras.
Sólo la tranquilidad de saber que mi madre me ve libre.

19/1/09

La caja


Resulta que no tengo ninguna caja que me sirva, ninguna lo suficientemente grande y bonita. Le podría pedir a un amigo su cajita de los sueños, pero le tiene un cariño especial y no quiero robarle años de esperanza azul, así que sigo amontonando desordenadamente por mi casa puñados de ilusiones a la espera de un lugar especial para guardarlos. Como andan libres se relacionan entre ellas creando ilusiones nuevas, y de pronto me encuentro en la cocina la ilusión de un día soleado con el gorro de lana puesto haciendo un puchero de garbanzos como los de mi madre, o descubro debajo de las mantas la mañana del domingo besándose con el día de mi cumpleaños, y tengo que separarlos, porque podrían hacer el amor y tener todos los hijos del mundo el mismo día a la misma hora, lo cual podría ser muy agotador.
Hoy ha ocurrido algo maravilloso: la belleza de los fiordos noruegos estaba mirándose al espejo y por una rendija de la puerta, la nieve de una montaña empinada quería entrar a peinar sus cascadas. Eso ha sido esta misma mañana.
Una de las cosas más divertidas es espiar al reposapiés del sillón de lectura dando brincos delante del lavaplatos, riéndose del fregadero con carcajadas burlonas, o ver una hilera de zapatos y botas de todos los colores zapatear en la alfombra, peleándose las chanclas de playa y las zapatillas de deporte por los tacones más altos. Entre tanto enredo me doy cuenta que hay algo extraño en la estantería de madera... son palabras despistadas que quieren contar un cuento y buscan entre los libros algún personaje que quiera ser su protagonista, roban líneas, versos y princesas, se salpican con acuarela y al final se duermen de puro cansancio, pero llega el aire de la primavera y las esparce, muy suavemente, despacio por toda la casa, para que cuando yo llegue las lea y sueñe.
No me gustan los charcos de las ilusiones que se deshacen, así que cuando veo alguna a punto de entristecer me la llevo a la calle durante largas horas de frío y le cuento que después de un duro día, la mayor ilusión es llegar a casa y acurrucarse en el sofá junto con otra ilusión, le cuento que compartir sus miedos le hará más fuerte.Y ella me hace caso.

Seguiré buscando la mejor caja para todas ellas, la más bonita... y tiene que ser infinita, porque así es la ilusión.

Dedicado a Estatua

8/1/09

En voz baja

¿Por qué hablas así?
Porque me gusta. No hace falta que haya alguien dormido para hablar en voz baja, lo hago por gusto, como quien canta o mira el mar.

Hablar en voz baja es como decir silencios que se pueden escuchar, como deslizar los dedos por las teclas de un piano arrumbado detrás de un escenario.

Los secretos se escriben en voz baja.

Y no hay otro modo de cantar a medio llorar...



BSO "Once", película musical irlandesa dirigida por John Carney.

16/12/08

Visión periférica

Imagina una pelota situada en medio de una gran habitación con las paredes libres, el suelo azul, el techo alto y grandes ventanas. La pelota es amarilla y está situada a unos pasos por delante de ti marcándote un lugar al que ir, un objetivo. Debes ir hacia ella con los ojos cerrados, detenerte cuando creas que estás más o menos a su altura y entonces abrir los ojos, pero para calcular tu viaje debes mirar primero la pelota desde tu posición y concentrarte en ella: su color, su tamaño, su posición exacta, y cuando quieras, lánzate a ella.
¿Has llegado?, ¿Dónde está la pelota?, ¿Cuánto te falta para llegar a ella?, ¿Tu trayecto ha sido el adecuado?
Vuelve a tu posición. Ahora vas a hacer lo mismo, pero antes de emprender el camino tómate todo el tiempo que necesites -un segundo, tal vez diez minutos- sin prisa, piensa en tu cuerpo y respira, mira la pelota sin apartar la vista pero percibe todo lo que la rodea; la pelota está en un espacio amplio, forma parte de un conjunto que eres capaz de apreciar, de ver. Hay distancia entre las paredes y la pelota, entre el suelo y el techo, también estás tú y tu ritmo, tu tiempo, tu manera de caminar, tu posición respecto al espacio. Concéntrate en todo lo que tus ojos son capaces de ver aunque permanezcas atento a la pelota, incluso hay temperatura, ruidos o silencio... todo está ahí para que lo aproveches.
Cuando cierres los ojos sírvete de todas las percepciones que conservas en tu mente, avanza y piensa en el trayecto; ese es ahora el objetivo, no importa tanto que llegues a la pelota porque ella siempre va a estar ahí, igual de redonda, igual de amarilla.
¿Has llegado?, ¿La tienes bajo tus pies?, ¿El suelo es azul?, ¿Está el techo, el aire y estás tú?
Parece ser que atender a todo lo que tus ojos son capaces de ver te ha logrado orientar. Ahora coge la pelota y juega a que es el sol que cae de un cielo azul.

Imagina que tienes un problema en medio de una gran...

4/12/08

Los jueves empiezan cuando se cruzan los perros

Suena la alarma y me levanto, todavía no me he despertado del todo pero no hay más remedio, ni más tiempo. Hace un frío de noche, de ese que rebota en las estrellas y cae en picado a la luna del coche. Dentro de una hora va a amanecer así que todavía es ayer. Pienso en cómo será el día, de momento sé que jueves, así que no hago nada más hasta que llegue. Quizá bostece un poco.
Un frenazo. Un perro... - ¡La próxima vez mira al cruzar!. Justo sale el sol y empieza el día. Casi, menos mal, pobre perrito, qué susto tendrá.. ¿Para él también es jueves?
Llego al trabajo y salgo del trabajo, me lo llevo a casa en la cabeza . En el estómago, las ganas de vomitar que he tenido en el trabajo. A la vuelta pienso en lo fácil que es hacer daño y en lo difícil que es impedirlo.
Ha sido un jueves penoso, lo mejor será borrarlo de la mente, aunque para eso tendré que esperar a mañana. Por lo menos será viernes... ¿Los perros hacen daño los viernes?


26/11/08

Elijo que elegir no es perder opciones.

A veces tengo la sensación de elegir mal, de no tener claro muchas cosas, de andar dando tumbos, y eso me produce inseguridad y tristeza. Ahora mismo venía en el coche escuchando una canción y he SENTIDO felicidad, así sin más, entonces he pensado que no merece la pena en absoluto sentirse mal por algo así.
Escoger es ya de por sí todo un privilegio. Y sentirse bien también se elige.

25/11/08

Desconocidos


Entonces se empezaban a mirar desde las ventanas, como si fueran desconocidos, y Roma hacía un dibujo de Marcos en un cuaderno y se quitaba el jersey. Marcos ponía más atención, porque Roma sin jersey era bastante más Roma que Roma con jersey. Y la desmedida atención de Marcos hacía que Roma tuviese cosquilleos en las manos y en la parte de arriba de las rodillas. Marcos ponía las manos en el cristal y lo empañaba, y se quitaba él también el jersey.
Y llegados a este punto, estaban ansiosos por volver a bajar a la calle y por volver a verse de cerca. Pero no podían en media hora. Eso era lo que decía el juego, que tenían que estar media hora en las ventanas. Y estaban, por lo tanto, media hora mirándose de una casa a otra.
Y cuando pasaba media hora, bajaban las escaleras a todo correr y se iban a la cama de Roma o a un restaurante italiano.

Texto: Fragmento de "Un tranvía en SP", Unai Elorriaga.