18/9/08

Cuando te imaginaba


Me acuerdo cuando quería tocarte, tenerte. A ti y a nadie más porque todo lo demás estaba ya pensado, desordenado, conocido, sentido.
Podía inventar un nuevo aroma, el de tu piel, que me permitiera olerte a ti y sólo a ti. Eras como yo te quería imaginar, tenías el tacto que yo quisiera tocar noche tras noche y toda mi vida. Tan mío, tan íntimamente unido a mi esperanza, a mi deseo de vivir, de salir a la calle y respirar contigo los árboles, los bordillos que saltamos a la vez, la esquina o el último balcón que es el que más flores tiene.
También podía pensar en tus dedos. O en tu oreja. Mientras tanto quería ser feliz.
Ni siquiera estás pero no importa, ya no tengo prisa. Ahora que todo está ordenado y tranquilo prefiero esperarte, soñarte y cuando llegues te enseñaré muchas cosas, que la soledad es bonita y la oscuridad sirve para que se vean las luciérnagas. Te contaré un secreto: que cuando la gente llora sale el arcoiris por detrás de sus cabezas , pero no se lo puedes decir a nadie.
Te dejaré todos mis lápices, ya verás qué bonitos. Voy a enseñarte dónde se guarda la luna durante el día; le diremos que abra bien los ojos para que lo veas. Y te llevaré a conocer sonrisas, a que te acaricien la espalda y te toquen el pelo.

No hay prisa, ya te he amado.

Imagen: "Madre e hijo" Gustav Klimt

16/9/08

Estambul

Ahora que acaba el verano (sigue mi empeño en despedir el calor, aunque se resista) es buen momento para recordar lo que da de sí una semana de vacaciones. Además le prometí a Retrack fotografías de Estambul, que dicen los que saben, que es una de las ciudades más bonitas del mundo.

Santa Sofía (Hagia Sophia) -Ver manuales de Historia del Arte de COU- Es imponente.

La Mezquita Azul o del Sultanahmed.

La Torre de Galata

Vistas del Cuerno de Oro y de Santa Sofía y Mezquita Azul, desde la Torre.

La Cisterna Basílica o Cisterna de Yerebatan (Es sobrecogedor...)

Crucero por el Bósforo, estrecho que separa la parte europea de la parte asiática de Turquía

El Bósforo (cortesía del satélite) que conecta el Mar de Mármara con el Mar Negro

El Harem (residencia del Sultán)



Y después de tanta imagen, un poco de aroma: Bazar de las Especias
¡Un pedazo de viaje!

15/9/08

Nuevo curso



me siento en la terraza a no hacer nada
ni siquiera a leer un texto fácil
tan sólo que las manos se abandonen
los ojos se habitúen al otoño
la espalda a estar sin alas

Mario Benedetti

12/9/08

Queja

Qué miedo da la responsabilidad, ¿verdad? Lo digo por las posibles consecuencias de los actos irresponsables, por el miedo a lo que pueda ocurrir en caso de incumplir una obligación, una norma: que si la culpa, el remordimiento, el castigo, las indemnizaciones, la mala reputación, las noches sin dormir... Así que a para evitar la indigestión hay un remedio casero eficaz por todos conocido: trasladar la responsabilidad a otras personas, que resulta bastante más cómodo que actuar con prudencia. Por norma general, esta sana costumbre la adquieren las pobres criaturas con determinado cargo de superioridad (quizá demasiado grande para sus limitaciones) que les sirve para avalar el descaro y la mala sangre, personas que necesitan sentir el poder y que se les sale la caquita cuando algo puede ir mal.
En abuso del cargo que se me ha otorgado, actuando por exceso profesional y defecto personal, vulnerando mi deber de conducta impuesto y por supuesto, tus derechos que no me importan, yo te declaro responsable de mis omisiones y te obligo a reparar el daño que pueda derivarse. He dicho.
¿Y qué hacemos, pues?
De momento protesto, que para eso tengo la boca. Mañana ya veremos.

5/9/08

Voluntad o no voluntad

Nunca me he quedado dormida leyendo.
Pienso que debe ser un placer absoluto que todavía no he disfrutado. Considero que dormirse sin darse cuenta es algo que todo el mundo debería experimentar alguna vez; significaría que, pese a todo, tenemos la conciencia tranquila y nada nos preocupa con verdadera intensidad.
Esa imagen del libro abierto encima del pecho realmente quiere decir esto: "qué feliz que estoy en mi camita leyendo este libro cuando chocan y suenan las bolas de círculos concéntricos dentro de rendijas circulares que pestañean y pesan, mientras vuelo rasante y floto al revés a la vez que relajo los músculos -dijo ensimismada: hasta ese momento no había notado lo débil que estaba. Sólo un pensamiento le ocupaba la mente: que debía de llevar en aquel sitio más tiempo de lo que se figuraba ("1984"), quizá sea ya de noche... no hay luz en la ventana..."
¡Cómo me gusta dormir, por dios!
Esta noche intentaría hacerlo, es decir, leería hasta que de pronto me quedara dormida, pero sé que estas cosas o se hacen sin poner voluntad o no salen, así que esperaré dos o tres años a que se me olvide que ésto me apetece hacerlo para intentarlo de nuevo, pero esta vez sin pensarlo, sin proponérmelo, sin acordarme de hoy. Aunque dicen que cuando te propones olvidar algo realmente acabas de interiorizarlo demasiado, de darle demasiada importancia y el propósito se anula... Es otra cuestión de no-voluntad. Y, ¿cómo se puede poner no-voluntad voluntariamente? Debe ser algo así como estar en trance o meditar. Por cierto... ¿quien medita se duerme? Alguna vez he intentado meditar, pero se me olvida que tengo que dejar de pensar.

Feliz siesta


Temita dedicado a Sergio

3/9/08

Al fondo, en la última silla


Me hubiera gustado estar sentada al fondo, en la última silla y haber seguido así, escondida hasta el final, mirando cada detalle con tranquilidad, reposando en cada gesto de felicidad que encontrara, o lanzándome en la caída de los ojos más sensibles.
Le habría dado al botón de cámara lenta para haber podido aprender de memoria cada minuto, cada emoción sentida, cada flor prendida, para ver las sonrisas durante más tiempo y dejar que la noche cayera despacio sobre las velas.
Porque hubiera llorado a moco tendido cuando tocaron, cantaron, bailaron y contaron palabras hermosas, dulces melodías y preciosas voces, danzas a contraluz y luces, cuando llovieron alegrías y arroz y colores y palomitas, besos y amores.
Y aunque no tuve sitio atrás, delante también fue precioso.

Qué bonito cuando se casaron...
tu cuerpo y el mío.

4/8/08

Medellín, Colombia

¿De qué estamos hechos? Me atrevería a decir que somos 100% experiencias. Así pues, me puedo considerar hecha de miles de ellas: disfraz de flamenca, donetes por la tarde, columpio de un parque de un pueblo de Guadalajara, olor a nieve y a pan recién hecho, viaje, dolor de tripa de la risa, otro pueblo de Cáceres que huele a caca de vaca y a leche hervida. La mano de mi padre y el regazo de mi madre, agua de mar, de río y de pantano, campo de secano y selva tropical, humo en la carretera, beso, tristeza y dicha, edredón de plumas y cenas en el patio, mil veces paella, helado de dulce de leche, pastel de guayaba... Pero hoy quiero estar hecha, sobre todo, de Medellín (Colombia).

Es una ciudad enorme y bella, llena de edificios altos y muchas luces, por todos lados hay flores y árboles, casi se puede decir que la selva está metida en las urbanizaciones. Puedes comer deliciosos perritos calientes con salsas increíbles en la calle, zumos de frutas tropicales y helados mimo's (ponen el cucurucho de nata suave en chocolate caliente y te lo comes de un chupetón de lo bueno que está).

La gente de allí es alegre y jovial, te hablan como si estuvieran chocando contigo sus copas de Aguardiente Antioqueño,(licor licor típico y autóctono del territorio colombiano, elaborado con alcohol extrapuro procedente de caña de azúcar, mezclado y unido a esencias naturales de anís, se bebe seco y sin ningún tipo de mezcla). Son amables y cariñosos, bromistas pero siempre sanos.
Si alguna vez tienes un amigo "paisa" (apócope de “Paisano”, que define a uno de sus grupos humanos subculturales: los colombianos procedentes de varios departamentos, en este caso de Antioquia), lo tendrás para toda la vida porque hará todo lo posible por mantener los lazos, te llamará fielmente por tu cumpleaños, no se olvidará de tu familia y te echará de menos sinceramente. Palabrita del niño jesús.

En julio o agosto se celebra la "Feria de las flores" y es todo un espectáculo. Se trata de un desfile de "Silleteros" que cargan en su espalda una estructura en la que han insertado un tapiz de flores. Es una maravilla.


La sensación de belleza que te queda si vives en Medellín se mantiene intacta para toda la vida. A veces cierro los ojos y me imagino asomada al balcón de mi casa, respirando tranquila, observando la montaña al fondo y escuchando los ruidos de una ciudad llena de bondades.

Se lo dedico a Óscar.